viernes, 21 de octubre de 2011

Un poco de melancolía

 La fascinación que alcanza mi espíritu, al inmolarlo y convertirlo en polvo, adquiere una interpretación sumamente peculiar de la realidad como se la presenta. A cada paso que doy, mi mente empieza a tramar una historia, un cuento sin memoria.
 ¿Llorarme?, ya sé que nadie lo hará porque tan solo estaré. Moriré descalzo, tirado en un charco de lágrimas como un solitario. Tal vez sea mi destino, pero en mí corazón, creo que no lo destino.
 ¿Pensar en mí? Sólo yo puedo, porque ya no tolero pensar en los demás demasiado. Desconfianza tal vez, pero tu seguirás culpándome con mi inmadurez. Discúlpame pero no la entera razón tienes para insultarme así, a mi intenciones que de bien quisieron venir. Dices que soy inmaduro, pero mÍrate un día al espejo y verás que soy más complejo que todas tus neuronas y que la madurez lo dices como excusa, porque no quieres admitir que te equivocaste.
Yo me he equivocado, y lo digo sin dudarlo. ¿Quieres que cambie? ¿Para ser otro imbécil del montón? Perdona pero eso no es la intención. ¿Que quiero resaltar? Me río en tu cara, porque sé que ya no tienes argumentos, sal de aquí y no vuelvas hasta tener originalidad.
 No siento amor ni compasión, no siento otra cosa que dolor, aunque me ría, lo hago pero es una mentira. No le echaría la culpa a mis padres jamás, no como ustedes que son caprichosos y malcriados, se nota que les falta humildad o habilidad para autocorregirse. ¿Alcohol? ¿dónde me viste bebiéndolo? Jamás. Así que no me digas que soy un vago, un inútil barato. Porque me esfuerzo en cada momento, no hago otra cosa que tratar de superarme a mi mismo en cada cosa que hago correcto.
 PËX :]

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